Se ha observado por medio de la medición de las ondas cerebrales de los pacientes que éstas cambian en presencia de los delfines hacia una armonización entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, lo que produce un estado de paz y relajación tal como sucede al realizar una meditación. De hecho, se establece una armonización entre el cerebro de la persona y del delfín, pues estos mamíferos mantienen casi permanentemente una actividad cerebral de frecuencia baja en el denominado nivel alfa, precisamente el nivel de meditación que enseñan diversas escuelas espirituales, lo que nos lleva a recordar la paz que emana de las personas con un alto grado de maestría espiritual. ¿Delfines gurús?
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