Pueblos aborígenes de Australia lo consideran un animal sagrado, totémico. Egipcios y griegos reconocían en los delfines la encarnación de una divinidad; el propio oráculo de Delfos, el más famoso de la historia, estaba bajo la advocación de un delfín.
Se han realizado experimentos singulares. Un grupo de música canadiense, denominado ‘Interespecies Communication’, se dedica a dar conciertos a los delfines, y aseguran que éstos escuchan la música, parecen entenderla y disfrutar con ella. En una cala de Cadaquès, Girona, funciona desde hace un tiempo el primer centro de delfinoterapia de España. La nueva y revolucionaria técnica curativa está ofreciendo resultados sorprendentes, y muchos niños con discapacidades, especialmente autistas y con síndrome de Down, han experimentado una gran mejoría tras su contacto con los delfines. En un centro de Florida, EEUU, un niño sordomudo de tres años se curó completamente gracias a su amistad con un delfín.
Y pese a todo ésto, aún hay humanos que siguen cazándolos en una masacre sin objeto ni sentido, o provocando su muerte al quedar atrapados en redes de deriva, o contaminando los mares y océanos en los que habitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario